Cellofónica
  • Inicio
  • Acerca
    • ¿Qué es Cellofónica?
    • Colaboradores
  • Historia
    • Violonchelo XVIII-XXI
    • Personajes
    • Repertorio latinoamericano
  • Actualidad
    • Entrevistas
    • Eventos
  • Sala de estudio
  • Biblioteca
    • Bibliografía del blog
    • Primeros 10 años con el violonchelo

Enseñanza académica del violonchelo en América Latina

12/3/2015

0 Comments

 
​A pesar de que la enseñanza de la música europea en América Latina comenzó durante la colonización, el violonchelo tiene su aparición con el inicio de las repúblicas, época en la que la actividad musical erudita se intensificó como consecuencia del aumento de inmigrantes entre los que se destacaban profesores e instrumentistas especializados en música de cámara y ópera. A finales del siglo XIX comienzan a crearse las sociedades y academias filarmónicas que sirvieron de cimiento para la fundación de conservatorios en el continente latinoamericano (Aretz, 2004).
Picture
Brasil 
Francisco Manuel Da Silva (1795-1865), fundador de la Sociedad de Música en Brasil, con el fin de formar nuevos artistas para las orquestas y coros de Rio de Janeiro, solicitó al Gobierno Imperial en 1841 el permiso para la creación de un conservatorio de música. Su inauguración se produjo el 13 de Agosto de 1848. Al comienzo sus actividades se desarrollaron en el Museo Imperial, pero en 1853 se unió a la Academia de Bellas Artes. La primera sede independiente se abrió en 1872 después de diez años de construcción. En 1889 el conservatorio dio lugar al Instituto Nacional de Música, su director Leopoldo Miguez (1850 – 1902) emprendió un viaje a Europa para visitar algunas escuelas musicales y recoger sugerencias para ser aplicadas en esta nueva institución, además de conseguir instrumentos y libros académicos. En 1937 pasa a ser la Escuela Nacional de Música de la Universidad de Brasil, que después se convertiría en la Universidad Federal de Rio de Janeiro y se crea el primer Centro de Investigaciones Folclóricas, se eligen a los más destacados músicos del país para dictar clases de dirección, armonía, composición, violín, violonchelo y piano (Escola de Música - UFRJ, 2015).

José de Lima Siqueira (1907 – 1985), compositor y profesor de la Escuela Nacional de Música, funda la Orquesta Sinfónica Brasilera en 1940 que con una actividad ininterrumpida ha realizado varias giras y ha contado con solistas como Leonard Bernstein, Zubin Mehta, Kurt Sanderling, Arthur Rubinstein, Martha Argerich, Kurt Masur, Claudio Arrau, Mstislav Rostropovich, Jean-Pierre Rampal y José Carreras (Fundação Orquestra Sinfônica Brasileira, 2015).

Picture
​México
Joaquín Beristaín (Ciudad de México, 1817-1839), compositor, trabajó como principal de violonchelos en la Orquesta del Teatro Principal y en la Colegiata de Guadalupe, fundó junto con Agustín Caballero la Academia de Música en 1838, institución educativa precursora del Conservatorio Nacional (Conservatorianos).
 
En este proceso de iniciación formal de la enseñanza musical, la Sociedad Filarmónica Mexicana fue la tercera institución creada con el propósito de establecer un conservatorio integral en México. En 1867, un año después de que José Antonio Gómez la fundara, el presidente de la República Benito Juárez decretó que dicha sociedad sería el Conservatorio Nacional de Música y Bellas Artes. Hasta 1910 la educación fue fiel a la tradición europea. Después de la Revolución (1910-1920) comienzan a crearse nuevas academias y conservatorios a lo largo del país y se funda la Orquesta Sinfónica de México, dando paso a una época nacionalista en la que se comienza a construir una identidad propia del lenguaje folclórico mexicano (González, 2015).

Picture
Venezuela
En 1975 nació el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela a partir de la iniciativa de formar una orquesta juvenil en este país. Fundado y dirigido por el maestro José Antonio Abreu, este programa tiene como finalidad la inclusión y recuperación de las poblaciones vulnerables a través de la disciplina musical desde la primera infancia. Dentro de los proyectos de la FESNOJIV, se crearon las Academias Latinoamericanas, dando independencia a la formación de cada instrumento para así propiciar el acceso al conocimiento especializado y avanzado a los instrumentistas más talentosos y destacados tanto de este país como de América Latina. El director de la Academia de Violonchelo, William Molina, es también el fundador de la Escuela Moderna de Violonchelo  de Venezuela, reconocida con premios y galardones internacionales por formar a los mejores chelistas del continente latinoamericano.

Picture
​​Chile
José Miguel de la Barra (Santiago de Chile, 1799 – 1851), político e intelectual chileno, tras su paso por Europa regresó  a su país con la motivación de iniciar instituciones educativas bajo el modelo del viejo continente. Junto con Pedro Palazuelos (Santiago de Chile, 1800 – 1851) y José Gandarillas (Santiago de Chile 1789 – 1846) fundaron la primera escuela de música y canto en 1849 bautizada como Escuela de la Cofradía del Santo Sepulcro. Esta institución fue seleccionada por el Ministerio de Instrucción Pública como la base del Conservatorio de Música en Santiago, bajo la dirección del organista francés Adolfo Desjardins (Sandoval, 2015). En un comienzo se ofrecieron clases de solfeo, canto, piano, violín y órgano, pero en 1853 con el nuevo  director, José Vicente Sánchez, la escuela se dividió en tres secciones y la cátedra de violonchelo fue añadida con la instrucción de Máximo Escalante (Pereira, 2015).
 
En febrero de 1928, Domingo Santa Cruz, fundador de la Sociedad de Bach, es solicitado para participar en una Comisión de Reforma del Conservatorio. Su enfoque formativo serviría para las modificaciones que el Ministerio de Educación pretendía hacer con la institución. En 1932 el conservatorio comenzó a ser parte de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile con Santa Cruz en la decanatura, quien en 1940 funda el Instituto de Extensión Musical, cuna de la Orquesta Sinfónica y el Cuarteto de cuerdas de Chile (Salas, 2015).

Picture
​Argentina
Desde el año 1852  hasta 1910 se produjo  una importante actividad musical. Buenos Aires se convirtió en el centro de las actividades operísticas internacionales. Se dio inicio al teatro lírico, la música de salón, la música de cámara y conciertos sinfónicos. Aparecen también los grandes festivales de cámara y surgen nuevas agrupaciones instrumentales, se comienzan a fundar los conservatorios y por consiguiente  aparece una gran demanda de profesores de música (Gentile, 2015). Estos acontecimientos, junto con la evidencia de un importante compositor, director y violonchelista argentino, José María Castro, quién se graduó con honores del Conservatorio de Santa Cecilia (fundado en 1894 por Luis Forino) en 1907 bajo la instrucción de José García Jacot, maestro de Pau Casals (Mondolo, 2015), se puede deducir que la escuela del violonchelo comenzaba a surgir a finales del siglo XIX en este país; sin embargo el conservatorio oficial se fundó en 1924.

Ernesto de la Guardia, miembro de la Asociación Wagneriana de Buenos Aires, inició un proyecto para la creación del Conservatorio Nacional. Bajo la dirección del compositor Carlos López Buchardo y a partir de la segunda década del siglo XX, se establece como uno de los centros de cultura más importantes del país, esto gracias a la intervención de la Asociación Wagneriana (García, 2015) que con sus proyectos como  conciertos, conferencias, concursos de composición, becas de estudios de perfeccionamiento, publicaciones periódicas y ocasionales, acrecentaron la actividad musical transformándose en el núcleo de creadores, intérpretes y público cercano a la cultura (Mansilla, 2003)

Picture
Colombia
La escuela del violonchelo en Colombia a través de sus orquestas y conservatorios desde mediados del siglo XX tuvo un soporte importante gracias a la enseñanza de maestros como Alberto Marín, Diego Villa, Guillermo Cano, Svetoslav Manolov, Frederick Hood y Henryk Zarzycki (Nikolaev, 2015), quién además redactó un compendio de ejercicios diarios a partir de la escala de re mayor y re menor con arpegios y dobles cuerdas. Sin embargo, la actividad educativa de la escuela clásica tiene un desarrollo similar a los conservatorios mencionados anteriormente y a través de reseñas históricas escritas por José Ignacio Perdomo Escobar, hay evidencia de que lutieres del país construyeron algunos ejemplares de este instrumento en la primera mitad del siglo XIX (República, 2015), por lo tanto hacia esa época el violonchelo ya había llegado de Europa posiblemente para integrar grupos de cámara como el formato de cuarteto, mencionado dentro del ejercicio musical en Bogotá en un artículo de El Semanario de Bogotá (Caicedo Rojas, 1880).
 
En la capital, a partir de la fundación de la Sociedad Filarmónica de Conciertos en 1846 por el pianista Henry Price (Londres, 1819 – Brooklyn, Nueva York, 1863) y el violonchelista José Caicedo (Bogotá, 1816 – 1898), el fomento por la apreciación y la práctica de la música académica se abrió lugar dentro de la cultura bogotana con la creación de la primera orquesta sinfónica estable de la ciudad que realizaba conciertos cada mes interpretando importantes sinfonías y óperas, así como composiciones autóctonas. Reunió a los mejores músicos del momento y animó tanto a hombres como a mujeres a acercarse al estudio artísitico formal (Duque, 2015). A partir de este trabajo se crearon también la  Sociedad Lírica, la Unión Musical y la Sociedad Filarmónica de Santa Cecilia. La falta de patrocinio no permitió que estos proyectos se mantuvieran, pero sirvieron de precedente para que en 1882 Jorge W. Price (1853-1953), hijo de Henry Price, fundara la Academia Nacional de Música en la que se dictaron clases de teoría, solfeo, contrapunto y armonía. Entre las instrumentales, el profesor Antonio Figueroa fue el encargado de dictar la cátedra de violonchelo.
 
Esta academia se convirtió en el centro de formación musical más importante del país, otorgando grados a casi todos los compositores que sobresalen en la música académica de Colombia. El bogotano Guillermo Uribe Holguín (Bogotá 1880 – 1971)) inició aquí sus estudios de violín, y gracias a su excelente desempeño como alumno, a los 15 años se convirtió en docente de la misma, dejando la puerta abierta para que después de su regreso de Europa en 1910 se hiciera cargo de la dirección de esta y dándole luego el nombre de Conservatorio Nacional de Música, que enseguida formaría parte de la Universidad Nacional de Colombia como Facultad de Música (Perdomo, 1963).
 
Mientras tanto en Ibagué, Alberto Castilla (Bogotá, 1878 – Ibagué, 1937) egresado de la Academia Nacional de Música, funda el Conservatorio del Tolima en 1906 gracias a precedentes como la formación musical que se impartía en el Colegio San Simón y al movimiento cultural de la ciudad que en 1886 la denomina como la “Ciudad Musical de Colombia”. Primero fue bautizado como Escuela Orquesta y solo recibía estudiantes varones. En 1908, por petición de un grupo de distinguidas damas de la ciudad, se establece la sección femenina. En 1909, por decreto del entonces gobernador, pasa a ser la Academia de Música en calidad de instituto oficial, y el 3 de Mayo de 1920 otro decreto lo reconoce como el Conservatorio de Música del Tolima.

En la segunda mitad del siglo XX las universidades más importantes del país abren el departamento de música para la obtención del título profesional como maestro o licenciado con diferentes énfasis en los que se encuentra la cátedra de violonchelo, y a su vez se fundan las orquestas más importantes del país:
 
Programas de música
Bogotá:
1974 –  Universidad Pedagógica Nacional
1990 – Universidad de los Andes
1991 –   Pontificia Universidad Javeriana  
1991  –  Universidad Distrital Francisco José de Caldas
1995 –  Universidad Central
2004 – Fundación Universitaria Juan N. Corpas

Medellín:
1998 – EAFIT
Bucaramanga:
1983 – Universidad Industrial de Santander
 
Orquestas profesionales
Orquesta Sinfónica de Colombia (estatal), 1952 – 2002 (Privatizada en 2003)
Orquesta Filarmónica de Bogotá (distrital), 1967
Orquesta Filarmónica de Medellín (privada), 1983
 
Existen además proyectos públicos para niños y jóvenes de poblaciones rurales o de escasos recursos en el país, con el fin de que a través de la conformación de orquestas y la enseñanza sinfónica principalmente, haya una organización social y un desarrollo humanístico.
 
Batuta
La Fundación Nacional Batuta es el Sistema de Orquestas Sinfónicas Infantiles y Juveniles de Colombia. Nace en el año 1991 por iniciativa del Gobierno Nacional, que cree conveniente formalizar la educación musical en niños y jóvenes de todo el país sin discriminación alguna y con énfasis en las regiones  vulnerables por la pobreza y la violencia.
 
Batuta busca  por medio de la instrucción musical básica y especializada  acercar a la población infantil y juvenil  a disfrutar de ambientes lúdicos y culturales que garanticen  el derecho fundamental a su desarrollo humano y social. 
 
La Fundación se creó con la asesoría de El Sistema de Venezuela  y a lo largo de su existencia se ha fortalecido y ha ampliado su cobertura  gracias a convenios con instituciones públicas y privadas que han contribuido a la capacitación de profesores, directores, lutieres  y  al  patrocinio y desarrollo de nuevos proyectos orquestales (Batuta, 2015).
 
Red de Escuelas de Música de Medellín
Es un programa pedagógico musical instituido por la Alcaldía de Medellín en 1996, pertenece a la Secretaria de Cultura Ciudadana y depende de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia.
  
El proyecto se establece para incluir a los jóvenes en actividades que fortalezcan sus valores y sus vínculos sociales y a través de una disciplina como la música,  que además de ocupar su tiempo libre les permite reflexionar sobre la importancia de su rol en la sociedad(UN, 2015)
 
40 X 40
Este es un proyecto de la actual (2015) administración Bogotá Humana y hace parte de La Jornada Única Educativa.  Tiene como objetivo principal llevar la educación musical y artística a todos los niños y jóvenes sin excepción.
 
La OFB, por medio de su programa MÚSICAS, imparte formación artística de  calidad en los colegios distritales y en  centros locales de formación musical. La formación incluye las áreas vocal, rítmica y sinfónica,  desarrolladas en formatos colectivos como coros, ensambles, orquestas y bandas sinfónicas. La metodología abarca los niveles de iniciación, apropiación, desarrollo creativo y atención a talentos especiales (OFB, 2015)

Bibliografía: 
Caicedo Rojas, J. (1880). Estado actual de la música en Bogotá. El Semanario de Bogotá
Perdomo, J. I. (1963). Historia de la música en Colombia. Bogotá: ABC
Nikolaev, L. (Octubre de 2015). Método didáctico sobre la digitación de las escalas, arpegios y dobles cuerdas para violonchelo . Obtenido de Aprende en Línea - Universidad de Antioquia


Autor: María Angélica Trujillo

0 Comments



Leave a Reply.

    Archivos

    December 2015

    RSS Feed

    CSS3 vertical menu
    • Métodos de estudio
      • Mano izquierda
        • Mano derecha
          • Postura
            • Interpretación
Powered by Create your own unique website with customizable templates.