A pesar de que la enseñanza de la música europea en América Latina comenzó durante la colonización, el violonchelo tiene su aparición con el inicio de las repúblicas, época en la que la actividad musical erudita se intensificó como consecuencia del aumento de inmigrantes entre los que se destacaban profesores e instrumentistas especializados en música de cámara y ópera. A finales del siglo XIX comienzan a crearse las sociedades y academias filarmónicas que sirvieron de cimiento para la fundación de conservatorios en el continente latinoamericano (Aretz, 2004).
Colombia
La escuela del violonchelo en Colombia a través de sus orquestas y conservatorios desde mediados del siglo XX tuvo un soporte importante gracias a la enseñanza de maestros como Alberto Marín, Diego Villa, Guillermo Cano, Svetoslav Manolov, Frederick Hood y Henryk Zarzycki (Nikolaev, 2015), quién además redactó un compendio de ejercicios diarios a partir de la escala de re mayor y re menor con arpegios y dobles cuerdas. Sin embargo, la actividad educativa de la escuela clásica tiene un desarrollo similar a los conservatorios mencionados anteriormente y a través de reseñas históricas escritas por José Ignacio Perdomo Escobar, hay evidencia de que lutieres del país construyeron algunos ejemplares de este instrumento en la primera mitad del siglo XIX (República, 2015), por lo tanto hacia esa época el violonchelo ya había llegado de Europa posiblemente para integrar grupos de cámara como el formato de cuarteto, mencionado dentro del ejercicio musical en Bogotá en un artículo de El Semanario de Bogotá (Caicedo Rojas, 1880).
En la capital, a partir de la fundación de la Sociedad Filarmónica de Conciertos en 1846 por el pianista Henry Price (Londres, 1819 – Brooklyn, Nueva York, 1863) y el violonchelista José Caicedo (Bogotá, 1816 – 1898), el fomento por la apreciación y la práctica de la música académica se abrió lugar dentro de la cultura bogotana con la creación de la primera orquesta sinfónica estable de la ciudad que realizaba conciertos cada mes interpretando importantes sinfonías y óperas, así como composiciones autóctonas. Reunió a los mejores músicos del momento y animó tanto a hombres como a mujeres a acercarse al estudio artísitico formal (Duque, 2015). A partir de este trabajo se crearon también la Sociedad Lírica, la Unión Musical y la Sociedad Filarmónica de Santa Cecilia. La falta de patrocinio no permitió que estos proyectos se mantuvieran, pero sirvieron de precedente para que en 1882 Jorge W. Price (1853-1953), hijo de Henry Price, fundara la Academia Nacional de Música en la que se dictaron clases de teoría, solfeo, contrapunto y armonía. Entre las instrumentales, el profesor Antonio Figueroa fue el encargado de dictar la cátedra de violonchelo.
Esta academia se convirtió en el centro de formación musical más importante del país, otorgando grados a casi todos los compositores que sobresalen en la música académica de Colombia. El bogotano Guillermo Uribe Holguín (Bogotá 1880 – 1971)) inició aquí sus estudios de violín, y gracias a su excelente desempeño como alumno, a los 15 años se convirtió en docente de la misma, dejando la puerta abierta para que después de su regreso de Europa en 1910 se hiciera cargo de la dirección de esta y dándole luego el nombre de Conservatorio Nacional de Música, que enseguida formaría parte de la Universidad Nacional de Colombia como Facultad de Música (Perdomo, 1963).
Mientras tanto en Ibagué, Alberto Castilla (Bogotá, 1878 – Ibagué, 1937) egresado de la Academia Nacional de Música, funda el Conservatorio del Tolima en 1906 gracias a precedentes como la formación musical que se impartía en el Colegio San Simón y al movimiento cultural de la ciudad que en 1886 la denomina como la “Ciudad Musical de Colombia”. Primero fue bautizado como Escuela Orquesta y solo recibía estudiantes varones. En 1908, por petición de un grupo de distinguidas damas de la ciudad, se establece la sección femenina. En 1909, por decreto del entonces gobernador, pasa a ser la Academia de Música en calidad de instituto oficial, y el 3 de Mayo de 1920 otro decreto lo reconoce como el Conservatorio de Música del Tolima.
En la segunda mitad del siglo XX las universidades más importantes del país abren el departamento de música para la obtención del título profesional como maestro o licenciado con diferentes énfasis en los que se encuentra la cátedra de violonchelo, y a su vez se fundan las orquestas más importantes del país:
Programas de música
Bogotá:
1974 – Universidad Pedagógica Nacional
1990 – Universidad de los Andes
1991 – Pontificia Universidad Javeriana
1991 – Universidad Distrital Francisco José de Caldas
1995 – Universidad Central
2004 – Fundación Universitaria Juan N. Corpas
Medellín:
1998 – EAFIT
Bucaramanga:
1983 – Universidad Industrial de Santander
Orquestas profesionales
Orquesta Sinfónica de Colombia (estatal), 1952 – 2002 (Privatizada en 2003)
Orquesta Filarmónica de Bogotá (distrital), 1967
Orquesta Filarmónica de Medellín (privada), 1983
Existen además proyectos públicos para niños y jóvenes de poblaciones rurales o de escasos recursos en el país, con el fin de que a través de la conformación de orquestas y la enseñanza sinfónica principalmente, haya una organización social y un desarrollo humanístico.
Batuta
La Fundación Nacional Batuta es el Sistema de Orquestas Sinfónicas Infantiles y Juveniles de Colombia. Nace en el año 1991 por iniciativa del Gobierno Nacional, que cree conveniente formalizar la educación musical en niños y jóvenes de todo el país sin discriminación alguna y con énfasis en las regiones vulnerables por la pobreza y la violencia.
Batuta busca por medio de la instrucción musical básica y especializada acercar a la población infantil y juvenil a disfrutar de ambientes lúdicos y culturales que garanticen el derecho fundamental a su desarrollo humano y social.
La Fundación se creó con la asesoría de El Sistema de Venezuela y a lo largo de su existencia se ha fortalecido y ha ampliado su cobertura gracias a convenios con instituciones públicas y privadas que han contribuido a la capacitación de profesores, directores, lutieres y al patrocinio y desarrollo de nuevos proyectos orquestales (Batuta, 2015).
Red de Escuelas de Música de Medellín
Es un programa pedagógico musical instituido por la Alcaldía de Medellín en 1996, pertenece a la Secretaria de Cultura Ciudadana y depende de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia.
El proyecto se establece para incluir a los jóvenes en actividades que fortalezcan sus valores y sus vínculos sociales y a través de una disciplina como la música, que además de ocupar su tiempo libre les permite reflexionar sobre la importancia de su rol en la sociedad(UN, 2015)
40 X 40
Este es un proyecto de la actual (2015) administración Bogotá Humana y hace parte de La Jornada Única Educativa. Tiene como objetivo principal llevar la educación musical y artística a todos los niños y jóvenes sin excepción.
La OFB, por medio de su programa MÚSICAS, imparte formación artística de calidad en los colegios distritales y en centros locales de formación musical. La formación incluye las áreas vocal, rítmica y sinfónica, desarrolladas en formatos colectivos como coros, ensambles, orquestas y bandas sinfónicas. La metodología abarca los niveles de iniciación, apropiación, desarrollo creativo y atención a talentos especiales (OFB, 2015)
Bibliografía:
Caicedo Rojas, J. (1880). Estado actual de la música en Bogotá. El Semanario de Bogotá
Perdomo, J. I. (1963). Historia de la música en Colombia. Bogotá: ABC
Nikolaev, L. (Octubre de 2015). Método didáctico sobre la digitación de las escalas, arpegios y dobles cuerdas para violonchelo . Obtenido de Aprende en Línea - Universidad de Antioquia
Autor: María Angélica Trujillo
La escuela del violonchelo en Colombia a través de sus orquestas y conservatorios desde mediados del siglo XX tuvo un soporte importante gracias a la enseñanza de maestros como Alberto Marín, Diego Villa, Guillermo Cano, Svetoslav Manolov, Frederick Hood y Henryk Zarzycki (Nikolaev, 2015), quién además redactó un compendio de ejercicios diarios a partir de la escala de re mayor y re menor con arpegios y dobles cuerdas. Sin embargo, la actividad educativa de la escuela clásica tiene un desarrollo similar a los conservatorios mencionados anteriormente y a través de reseñas históricas escritas por José Ignacio Perdomo Escobar, hay evidencia de que lutieres del país construyeron algunos ejemplares de este instrumento en la primera mitad del siglo XIX (República, 2015), por lo tanto hacia esa época el violonchelo ya había llegado de Europa posiblemente para integrar grupos de cámara como el formato de cuarteto, mencionado dentro del ejercicio musical en Bogotá en un artículo de El Semanario de Bogotá (Caicedo Rojas, 1880).
En la capital, a partir de la fundación de la Sociedad Filarmónica de Conciertos en 1846 por el pianista Henry Price (Londres, 1819 – Brooklyn, Nueva York, 1863) y el violonchelista José Caicedo (Bogotá, 1816 – 1898), el fomento por la apreciación y la práctica de la música académica se abrió lugar dentro de la cultura bogotana con la creación de la primera orquesta sinfónica estable de la ciudad que realizaba conciertos cada mes interpretando importantes sinfonías y óperas, así como composiciones autóctonas. Reunió a los mejores músicos del momento y animó tanto a hombres como a mujeres a acercarse al estudio artísitico formal (Duque, 2015). A partir de este trabajo se crearon también la Sociedad Lírica, la Unión Musical y la Sociedad Filarmónica de Santa Cecilia. La falta de patrocinio no permitió que estos proyectos se mantuvieran, pero sirvieron de precedente para que en 1882 Jorge W. Price (1853-1953), hijo de Henry Price, fundara la Academia Nacional de Música en la que se dictaron clases de teoría, solfeo, contrapunto y armonía. Entre las instrumentales, el profesor Antonio Figueroa fue el encargado de dictar la cátedra de violonchelo.
Esta academia se convirtió en el centro de formación musical más importante del país, otorgando grados a casi todos los compositores que sobresalen en la música académica de Colombia. El bogotano Guillermo Uribe Holguín (Bogotá 1880 – 1971)) inició aquí sus estudios de violín, y gracias a su excelente desempeño como alumno, a los 15 años se convirtió en docente de la misma, dejando la puerta abierta para que después de su regreso de Europa en 1910 se hiciera cargo de la dirección de esta y dándole luego el nombre de Conservatorio Nacional de Música, que enseguida formaría parte de la Universidad Nacional de Colombia como Facultad de Música (Perdomo, 1963).
Mientras tanto en Ibagué, Alberto Castilla (Bogotá, 1878 – Ibagué, 1937) egresado de la Academia Nacional de Música, funda el Conservatorio del Tolima en 1906 gracias a precedentes como la formación musical que se impartía en el Colegio San Simón y al movimiento cultural de la ciudad que en 1886 la denomina como la “Ciudad Musical de Colombia”. Primero fue bautizado como Escuela Orquesta y solo recibía estudiantes varones. En 1908, por petición de un grupo de distinguidas damas de la ciudad, se establece la sección femenina. En 1909, por decreto del entonces gobernador, pasa a ser la Academia de Música en calidad de instituto oficial, y el 3 de Mayo de 1920 otro decreto lo reconoce como el Conservatorio de Música del Tolima.
En la segunda mitad del siglo XX las universidades más importantes del país abren el departamento de música para la obtención del título profesional como maestro o licenciado con diferentes énfasis en los que se encuentra la cátedra de violonchelo, y a su vez se fundan las orquestas más importantes del país:
Programas de música
Bogotá:
1974 – Universidad Pedagógica Nacional
1990 – Universidad de los Andes
1991 – Pontificia Universidad Javeriana
1991 – Universidad Distrital Francisco José de Caldas
1995 – Universidad Central
2004 – Fundación Universitaria Juan N. Corpas
Medellín:
1998 – EAFIT
Bucaramanga:
1983 – Universidad Industrial de Santander
Orquestas profesionales
Orquesta Sinfónica de Colombia (estatal), 1952 – 2002 (Privatizada en 2003)
Orquesta Filarmónica de Bogotá (distrital), 1967
Orquesta Filarmónica de Medellín (privada), 1983
Existen además proyectos públicos para niños y jóvenes de poblaciones rurales o de escasos recursos en el país, con el fin de que a través de la conformación de orquestas y la enseñanza sinfónica principalmente, haya una organización social y un desarrollo humanístico.
Batuta
La Fundación Nacional Batuta es el Sistema de Orquestas Sinfónicas Infantiles y Juveniles de Colombia. Nace en el año 1991 por iniciativa del Gobierno Nacional, que cree conveniente formalizar la educación musical en niños y jóvenes de todo el país sin discriminación alguna y con énfasis en las regiones vulnerables por la pobreza y la violencia.
Batuta busca por medio de la instrucción musical básica y especializada acercar a la población infantil y juvenil a disfrutar de ambientes lúdicos y culturales que garanticen el derecho fundamental a su desarrollo humano y social.
La Fundación se creó con la asesoría de El Sistema de Venezuela y a lo largo de su existencia se ha fortalecido y ha ampliado su cobertura gracias a convenios con instituciones públicas y privadas que han contribuido a la capacitación de profesores, directores, lutieres y al patrocinio y desarrollo de nuevos proyectos orquestales (Batuta, 2015).
Red de Escuelas de Música de Medellín
Es un programa pedagógico musical instituido por la Alcaldía de Medellín en 1996, pertenece a la Secretaria de Cultura Ciudadana y depende de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia.
El proyecto se establece para incluir a los jóvenes en actividades que fortalezcan sus valores y sus vínculos sociales y a través de una disciplina como la música, que además de ocupar su tiempo libre les permite reflexionar sobre la importancia de su rol en la sociedad(UN, 2015)
40 X 40
Este es un proyecto de la actual (2015) administración Bogotá Humana y hace parte de La Jornada Única Educativa. Tiene como objetivo principal llevar la educación musical y artística a todos los niños y jóvenes sin excepción.
La OFB, por medio de su programa MÚSICAS, imparte formación artística de calidad en los colegios distritales y en centros locales de formación musical. La formación incluye las áreas vocal, rítmica y sinfónica, desarrolladas en formatos colectivos como coros, ensambles, orquestas y bandas sinfónicas. La metodología abarca los niveles de iniciación, apropiación, desarrollo creativo y atención a talentos especiales (OFB, 2015)
Bibliografía:
Caicedo Rojas, J. (1880). Estado actual de la música en Bogotá. El Semanario de Bogotá
Perdomo, J. I. (1963). Historia de la música en Colombia. Bogotá: ABC
Nikolaev, L. (Octubre de 2015). Método didáctico sobre la digitación de las escalas, arpegios y dobles cuerdas para violonchelo . Obtenido de Aprende en Línea - Universidad de Antioquia
Autor: María Angélica Trujillo