En el capítulo III, “dicción para instrumentistas”, del libro “Casals y el arte dela interpretación”, el autor nos muestra la concepción de fraseo de Casals, quien hace énfasis particularmente en la importancia del diminuendo, a partir de ejemplos de sus interpretaciones como chelista y director y de su trabajo como pedagogo.
Casals dice que de igual manera que las palabras en un discurso hablado, las notas musicales deben tener ciertas inflexiones, con el fin de dar claridad y naturalidad a cada nota en la interpretación de pasajes musicales. Respecto a esto, el autor nos explica algunos puntos a tener en cuenta:
El autor pone como uno de los más claros ejemplos de esta idea los fragmentos contrapuntísticos en texturas orquestales, ya que las frases de cada instrumento deben ser inteligibles y no verse opacadas por notas largas de los otros instrumentos.
Casals aconseja no tener miedo de exagerar esta “dicción”, ya que al tocar, puede no ser tan evidente para el oyente como para el intérprete.
El autor nos muestra como Casals procuraba utilizar este principio incluso en frases con reguladores dinámicos aumentando la fuerza en cada ataque y en pasajes con figuras con punto, donde la duración de la figura con punto respecto a la de la siguiente, da espacio al diminuendo, mientras a la nota corta de la figura, solía ponerle un pequeño crescendo a modo de preparación para la figura o la frase siguiente.
El autor también nos presenta el caso contrario: notas cortas seguidas de una nota larga, incluso tomando como ejemplo la ejecución de ornamentos, donde Casals recalca su postura respecto a la importancia de la claridad de cada nota, por lo que, al contrario de la idea común de acentuar la nota real, él dice que la primera nota del ornamento debe estar acentuada para que se entienda correctamente.
Partiendo de la importancia que tenía para Casals la claridad en la interpretación de cada nota, el autor plantea la inquietud respecto a cómo obtener claridad en la última nota de una frase que termina en diminuendo. Para esto Casals decía que no había que bajar demasiado el volumen antes de tiempo, sino controlarlo para que el diminuendo fuera gradual y cada nota comprensible.
El autor también nos menciona que para Casals, el matiz “piano” era bastante relativo. Nos muestra el ejemplo de la ejecución de un matiz fortepiano, el cual Casals no tuvo problema en convertir en un diminuendo, para que las primeras notas después del forte no se perdieran; y un ejemplo de una melodía que inicia en piano, a lo que Casals dice que, a pesar de que el matiz sea piano, no hay que ser tímidos al tocar, especialmente al inicio de una melodía.
En resumen, para Casals, de los aspectos más importantes en el discurso musical son la claridad de cada nota y la naturalidad en su articulación, semejantes a las del discurso hablado.
Bibliografía: Casals and the Art of Interpretation - David Blum
Autor: Sebastián Pachón
Casals dice que de igual manera que las palabras en un discurso hablado, las notas musicales deben tener ciertas inflexiones, con el fin de dar claridad y naturalidad a cada nota en la interpretación de pasajes musicales. Respecto a esto, el autor nos explica algunos puntos a tener en cuenta:
- Las notas acentuadas no se destacan por el acento en sí, sino por el diminuendo que le sigue
El autor pone como uno de los más claros ejemplos de esta idea los fragmentos contrapuntísticos en texturas orquestales, ya que las frases de cada instrumento deben ser inteligibles y no verse opacadas por notas largas de los otros instrumentos.
Casals aconseja no tener miedo de exagerar esta “dicción”, ya que al tocar, puede no ser tan evidente para el oyente como para el intérprete.
- Cuando hay notas que se repiten consecutivamente, el ataque de la nota al repetirse debe ser claro
El autor nos muestra como Casals procuraba utilizar este principio incluso en frases con reguladores dinámicos aumentando la fuerza en cada ataque y en pasajes con figuras con punto, donde la duración de la figura con punto respecto a la de la siguiente, da espacio al diminuendo, mientras a la nota corta de la figura, solía ponerle un pequeño crescendo a modo de preparación para la figura o la frase siguiente.
- Las notas pequeñas también son importantes
El autor también nos presenta el caso contrario: notas cortas seguidas de una nota larga, incluso tomando como ejemplo la ejecución de ornamentos, donde Casals recalca su postura respecto a la importancia de la claridad de cada nota, por lo que, al contrario de la idea común de acentuar la nota real, él dice que la primera nota del ornamento debe estar acentuada para que se entienda correctamente.
Partiendo de la importancia que tenía para Casals la claridad en la interpretación de cada nota, el autor plantea la inquietud respecto a cómo obtener claridad en la última nota de una frase que termina en diminuendo. Para esto Casals decía que no había que bajar demasiado el volumen antes de tiempo, sino controlarlo para que el diminuendo fuera gradual y cada nota comprensible.
El autor también nos menciona que para Casals, el matiz “piano” era bastante relativo. Nos muestra el ejemplo de la ejecución de un matiz fortepiano, el cual Casals no tuvo problema en convertir en un diminuendo, para que las primeras notas después del forte no se perdieran; y un ejemplo de una melodía que inicia en piano, a lo que Casals dice que, a pesar de que el matiz sea piano, no hay que ser tímidos al tocar, especialmente al inicio de una melodía.
En resumen, para Casals, de los aspectos más importantes en el discurso musical son la claridad de cada nota y la naturalidad en su articulación, semejantes a las del discurso hablado.
Bibliografía: Casals and the Art of Interpretation - David Blum
Autor: Sebastián Pachón